miércoles, 23 de noviembre de 2011

El IMSS. A todos les vale m....

Mientras los políticos se pasan la vida, su vida, trabajando para beneficio personal, los ciudadanos, los derechohabientes de las instituciones, los usuarios de los servicios, el pueblo pues, sufre de todas las atrocidades que los políticos y burócratas inventan para el desarrollo (que no el buen desarrollo) de las instituciones públicas.
Y es que, por más que se quieran entender las debilidades de las instituciones, simplemente es complicado entender tanta mediocridad. Les contaré otra historia, doméstica y personal, que en efecto dan evidencia de la manera en que los mexicanos no somos más mediocres, porque la jornada de trabajo es de 8 horas.
Perdón por tratar un asunto personal, pero es la única manera de levantar la voz de miles o cientos o decenas de derechohabientes del IMSS, que a diario sufren de las atrocidades de la institución representada por el personal de la institución:
La mañana del viernes 11 de noviembre pasado, a mi madre le practicaron una cirugía ambulatoria para retirarle un quiste de la espalda. Y hasta ahí todo bien. Pero resulta que por su avanzada edad, la herida no cerró en los tiempos médicos establecidos y ello provocó una infección menor, pero que le obligó a ser trasladada al área de urgencias del hospital del IMSS de San Alejandro.
Su ingreso fue el lunes 21 de noviembre por ahí de las 3 de la tarde. El personal médico cumplió con su trabajo, digamos, bien. La verdad es que las enfermeras haciendo bien su chamba. El problema son los diferentes criterios con los que opera el área de trabajo social.
"Señora necesito su certificado de viudez", le dijeron. Entonces, como no está a la mano ese documento, pensé trasladarme al panteón municipal a traer los restos de mi padre quien murió hace 21 años.
"Señora necesitamos su orden de salida de la cirugía, para poder subirla a piso". Está bien, a buscar el documento y oh sorpresa apareció. El problema es que ese documento está a nombre de otra persona ¡Sí a nombre de otra persona! Es decir, le entregaron una hoja equivocada porque coincidió que ese día, a esa hora, en ese hospital operaron a dos femeninos de 76 años del mismo padecimiento (retiro de quiste). Es más, si hubieran muerto, me hubieran entregado el cadáver equivocado. Pero bueno, este asunto es de risa.
A final de cuentas y después de tanto pin.,.. trámite y de 24 horas de espera, le dieron su camita en piso 4. La señora utiliza una andadera para poder caminar. Pues resulta que para poder ingresar la andadera al hospital, el guardia pidió la factura original, el certificado médico que avala su uso y la copia de la credencial del IFE. Digamos que el requisito no es malo para evitar sustracción de equipo del IMSS, nada que en San Alejandro no usan esos aparatos.
El argumento del guardia (igual de ignorante que yo y sin criterios como yo) es que al pasar, una andedera pasa a ser propiedad del IMSS ¡Hágame usted el favor! Una pin...andadera vieja de 300 pesos.
Pero eso no es lo peor. Resulta que las mismas enfermeras dicen que en San Alejandro ¡no usan andaderas! (obvio que en traumatología, sí) ¿A poco no es de risa? Pero ahí no acaba el asunto. Bueno la verdad es que no quiero perjudicar a los vendedores de tlatloyos, gelatinas, panquecitos y demás que pululan al interior del hospital. Y es que ellos se ganan así la vida, facilitan los pertrechos a los familiares de los pacientes y hasta su mochada han de dar.
Y no es un asunto personal, ni pretendo que me den trato especial porque no lo merezco. Es un simple comentario de la vida urbana. Es cuanto.

El Verdugo
Si el PRI siempre ha sido lo mismo. Las decisiones las toman quienes están el poder sin importarles la militancia, trayectoria, merecimientos, capacidades y demás. El Verdugo dice: El problema para los inconformes es que no tienen, ahora, a donde ir. Y si se van, de todas maneras terminarán perdiendo.
Gracias

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