miércoles, 2 de mayo de 2012

Lástima de ropita


La verdad es que Angel Trauwitz Echeguren está perfectamente equivocado, en la percepción que él tiene, sobre la percepción de la prensa poblana hacia su función como Secretario de Turismo en el gobierno que transforma a Puebla. Para ser más claro, el señor funcionario cree que los periodistas no lo quieren y  peca de inocencia pensando que quién sabe por qué los medios de comunicación o los periodistas lo tratan mal. Pero debemos considerar que no todos lo rechazan o reprueban, pues algunos son sus amigos.
Lo cierto es que el señor Trauwitz se equivoca una y otra vez al hablar con o de la prensa. Y es que el señor funcionario no existía en la política aldeana como es la poblana, hasta que fue designado por el señor gobernador, como la persona adecuada, calificada y perfecta para dirigir los destinos de la Secretaría de Turismo, dependencia tan importante en el esquema de desarrollo social, económico y social de la entidad que día a día se transforma.
A Trauwitz sí lo conocían, sus amigos y compañeros del sector hotelero. Jamás ví su nombre en la prensa, jamás fue noticia, jamás le importó a los medios lo que el señor hace en su vida profesional, privada, académica y de negocios. El señor Trauwitz, empezó a ser noticia entre la prensa poblana y una que otra del Distrito Federal, por sus desplantes, majaderías, groserías, peladecez y actitudes arrogantes, soberbias y prepotentes en su calidad de Secretario de Turismo, es decir, de funcionario público. Es más, una vez nombrado Secretario se convirtió en lo que es hoy, un peladito de barriada. De balde tantos estudios en el extranjero.
Pero realmente el problema del señor Trauwitz tiene que ver con la autoestima. El tipo debe tener buenos modales, tiene preparación académica y se ha desarrollado en el jet set poblano e internacional. Es un empresario próspero gracias al esfuerzo y visión de su padre y debería ser orgullo de los hoteleros y de los poblanos. Estaba revisando su trayectoria y el tipo tiene calidad, lástima que un puesto, un puestito en el gobierno lo haya convertido en un majadero, arrogante y soberbio. Más que un publirrelacionista, podría consultar a mi siquiatra. Bueno, es una opinión. Allá él.
 
El Verdugo
Hace algunos meses, el hoy dirigente del Partido Nueva Alianza en Puebla Gerardo Islas Maldonado presumía una foto con Enrique Peña Nieto. El verdugo dice: se la voy a mandar a su oficina para que la enmarque y la exhiba.
Gracias

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