Pues esa versión de que Alfredo Arango García ya entregó la plaza, es totalmente falsa. Desde luego que los únicos chismes que corre en la prensa, son los que filtra la parte acusadora sobre los presuntos delitos de enriquecimiento inexplicable y peculado. Y es que en el Organo de Fiscalización Superior falta tacto, talento y conocimiento para la manipulación de la información sobre el caso del exsecretario de Salud en Puebla.
Fuentes muy bien documentadas, estas sí bien informadas, afirman y confirman que el 18 de abril, hace unas 3 semanas Alfredo Arango García respondió en tiempo y forma todas las observaciones que el ORFISE que maneja David Villanueva Lomelí, le mandó a su celda en el Centro de Readaptación Social San Miguel.
Las cajas con los documentos que contenían la información sobre el presunto peculado de Arango en perjuicio de la Secretaría de Salud durante los años 2009 y 2010, tiempo en que fue su titular, fueron revisadas documento por documento, acta por acta, hoja por hoja, letra por letra. Y de paso, todas las observaciones se contestaron y si me apuran, hasta se solventaron.
Desde el penal, Arango se defiende jurídicamente como puede, pues ha de ser muy complicado estar ahí, sin poder hacer más nada que ofrecer argumentos legales y rogar a Dios que la persecución política tome otro rumbo. Es más, también es imposible defender a sus defensores.
Y esto viene a cuento, porque existen versiones, en el sentido de que la persona encargada de hacer y dar la solventación a las observaciones del ORFISE (por parte de Arango), es víctima de presiones políticas. Es más, hay quienes dicen ser testigos de la presencia de supuestos policías que intimidan y amedrentan y amenazan a esta persona.
Sin embargo, esto no puede darse como un hecho porque sería un acto de irresponsabilidad culpar a las autoridades de amenazas, sin tener las declaraciones, pruebas, fotografías, videos, grabaciones o denuncias ministeriales correspondientes. Ahora, que si existen las pruebas, pues aquí se harán públicas. Pero eso, hasta no tener firme la información, perfectamente confirmada.
El Verdugo
En Puebla no hay un PRI, sino cuatro. El de Fernando Morales, el de Alejandro Armenta, el de Javier López Zavala y el de Blanca Alcalá y Lucero Saldaña. El verdugo dice: el gobernador controla a los Morales y a los zavalistas. A los otros, los respeta.
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