El PANAL al cuarto lugar

Aunque no imposible, realmente se me hace difícil que los candidatos del Partido Nueva Alianza puedan ganar en las elecciones federales del próximo 1 de julio. Históricamente el PANAL no suma más del 4 por ciento de la votación y no veo motivos, condiciones, circunstancias o milagros que puedan hacer que sus candidatas y candidatos obtengan la confianza de los ciudadanos como para levantarse con la victoria.

Si bien el PANAL tiene posiciones como diputados locales, federales y senadores, es gracias a esas fórmulas electorales y políticas que permiten a los partidos tener esos regalos. En algunos estados, como Puebla, han hecho alianzas que les ha arrojado la satisfacción de ganar, pero gracias a la fuerza y estructura de otros organismos como Acción Nacional.

Y también han existido alianzas que al PANAL no le han fructificado, como Michoacán donde se alió con el PAN y Guerrero donde se alió con el PRI y en ambos casos, perdió. Así pues, independientemente de los candidatos que presente en Puebla, de su capacidad, experiencia y carisma, Nueva Alianza ocupará el lugar que le corresponde, el que le da el electorado: el cuarto.

Entre Alcalá y Lozano

Desde mi particular y modesto punto de vista, el Partido Acción Nacional tendrá efectos negativos por la postulación de Javier Lozano Alarcón como candidato a Senador, en el primer lugar de la fórmula. No necesariamente la pareja de panistas esté condenada a perder, porque debemos reconocer que el PAN tiene fuerza política en Puebla. Sin embargo, es electoralmente más rentable, la figura de la diputada Augusta Valentina Díaz de Rivera.

Lozano Alarcón no es del todo desconocido en Puebla y particularmente en la capital del Estado, pues aquí nació y estudió gran parte de su vida y existen personas que lo recuerdan con agrado. Pero, en el interior del estado, quienes lo conocen es por su figura como funcionario público, lo que no le garantiza preferencias o simpatías de la gente. Adicionalmente, entre los panistas, tampoco genera un entusiasmo arrollador.

En cambio, Augusta Valentina tiene varias cualidades que bien podrían darle más simpatías entre el público indeciso: género, panismo puro y poblanidad arraigada. Y es que los indecisos, quienes en verdad definen una elección podrán escoger, por ejemplo, entre Blanca Alcalá y Javier Lozano. No hay duda pues, gana Alcalá.

El Verdugo

Hace apenas dos meses, la gente cercana al exgobernador Mario Marín aun aspiraba a tener cargos de elección popular y por el PRI. El propio Marín se paseaba y andaba en campaña. Es más, los priistas aun iban a su oficina a pedirle su visto bueno para buscar ser candidato. El verdugo dice: no se equivoquen, si algún exgobernador manda en Puebla no es Marín, es Melquiades.

Gracias