lunes, 30 de enero de 2012

¡Váyanse!, la orden de Marín

Por: Carlos Macías Palma
cmaciaspalma@yahoo.com.mx


Fueron las fiestas navideñas del 2010 el motivo para brindar y para cerrar filas. A pocos días de dejar el gobierno del Estado en manos de Rafael Moreno Valle, el aun gobernador Mario Marín Torres reunió a todos los miembros de su gabinete para desearles felicidades y llamarlos a mantener la unidad del grupo. Es más, les propuso que pasado enero 2011, se organizaran comidas cada mes. La idea, insisto, era mantener la unidad del grupo.
En esa misma reunión y de inmediato, tomó la palabra el entonces Secretario de Seguridad Pública, el General Mario Ayón Rodríguez, quien ofreció su casa para organizar la primera comida del marinismo ya sin el poder político que otorga la gubernatura del Estado.
Así, se sucedieron varias reuniones. De hecho sólo fueron tres en las casas de: Mario Ayón Rodríguez, Rafael Moreno Valle Buitrón (Director del Fideicomiso de la Reserva Territorial Atlixcayotl y Gerardo Pérez Salazar (Secretario de Finanzas y Administración). Nadie más ofreció la hospitalidad de su hogar ni los ricos manjares que frecuentemente se servían en las reuniones marinistas. De hecho, la mayoría de ellos empezó a preocuparse y ocuparse en temas de tipo legal que hoy son más graves.
Todo esto viene al caso porque después de la detención de Alfredo Arango García, se organizó una reunión ultrasecreta y selecta en la que participaron los miembros de la burbuja marinista. Es decir, los más cercanos y beneficiados del gobierno más corrupto de la historia de Puebla. La sugerencia precautoria que hizo el licenciado Marín fue simple: váyanse de Puebla y desde fuera se defienden.

La cereza del pastel
La pregunta es ¿cuándo? Al menos me queda claro que el gobernador Rafael Moreno Valle ha dado pasos trascendentes y no puede detenerse ni regresar. La sociedad poblana le pide cárcel para Mario Marín y funcionarios que trabajaron a su lado, por su presunta responsabilidad en actos de corrupción.
Moreno Valle encabeza una persecución contra funcionarios marinistas. La sociedad le cree, pero también le exige la detención y encarcelamiento del exgobernador Marín. Así es que deberá encontrar pruebas en su contra porque de lo contrario, la sociedad mexicana pensará que está protegiéndolo, que pactó con él, que le solapará y eso le restará puntos, muchos puntos en sus aspiraciones para el 2018.

El Verdugo
Si yo fuera el autor, el mero mero jefe de la cacería de marinistas, pondría especial interés en cuidarme de un tiro de larga distancia. El Verdugo dice: si en algo se especializó "El Precioso" fue   en temas de seguridad y pactos con la mafia. Cinco millones de dólares, los tiene cualquiera de los prófugos, en la bolsa del pantalón. He dicho.
Gracias.

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