La SEP anula a la ST

31 de enero del 2013

Por: Carlos Macías Palma

Como hasta en el gobierno del Estado hay clases sociales. Y es que los documentos oficiales que emite la Secretaría del Transporte del Estado de Puebla, como el caso de la licencia de conducir, no tiene validez para poder ingresar a las instalaciones u oficinas centrales de la Secretaría de Educación Pública del Estado de Puebla. Sí, así de “kafquiano” es este mundo del gobierno estatal.

O sea que, tu secretaría de Educación Pública por disposición oficial, aunque no aparece en el reglamento, no avalas los documentos que expide tu hermana, la secretaría de Transportes y entonces a la entrada de las oficinas centrales aparece un letrero, escrito a mano, que niega la aceptación de licencias. Es decir, que si cualquier ciudadano desea hacer un trámite en la SEP debe tener cualquier identificación, menos la licencia de conducir que le emitió el propio transformador gobierno del Estado.

O sea que una credencial emitida por cualquier sindicato magisterial tiene validez y no así los documentos que emite el gobierno de Rafael Moreno Valle. No se aceptan licencias.

Pues con esta disposición de SEP central, la verdad es que se ningunea el trabajo del personal de la secretaría de Transportes, en particular de la eficiente directora de Licencias y Capacitación, María Alejandra Martínez Rubí. En balde tanto talento, seriedad y responsabilidad, como para que funcionarios de tercer o cuarto o quinto o sexto nivel dispongan desconocer la documentación oficial del mismo gobierno poblano. O sea que aquí en la SEP, no se aceptan licencias, a menos que sean para la venta de bebidas alcoholicas.

Pero bueno, a mí qué me importa. Ni voy a la SEP, ni uso mi licencia para identificarme, ni voy a la secretaría del Transporte, ni ando en las oficinas de gobierno y lo más que puedo hacer, es revolcarme de coraje de que me hayan robado 3 llantas de mi auto y cuyos rines me los venden en 900 pesos en la 46 poniente, mientras que la agencia de VW su precio es de 3,611 pesos, incluido el IVA, más no la colocación ni montaje de llantas y menos alineación, balanceo y plomo.

Pero, insisto, a mí qué me importa.

El Verdugo

Ahora resulta que los marinistas se quejan de que por asuntos electorales los acusan de ladrones. Entonces ¿habrá que esperar a que pasen las elecciones para señalar sus atrocidades? El Verdugo dice: pretextos para evadir la raterías del gru-pillo marinista.

Gracias