7 de enero del 2013
Por: Carlos Macías Palma
Por
supuesto que cualquier movimiento relacionado con el doctor Alfredo
Arando García causa polémica, llama la atención y genera confusión
particularmente entre la opinión pública. El secretario de Salud y
director del ISSSTEP durante el gobierno de Mario Marín Torres, dejó la
prisión de San Miguel o el Cereso para ser intervenido quirúrgicamente
en el hospital Christus Muguerza antes Upaep y mucho antes Haro y
Tamaríz.
Desde luego el dictamen médico avala que Arango deba
recibir tratamiento en un hospital que cuente con el equipo necesario
para su atención o tratamiento. Ese no es el problema y
tampoco que haya salido durante las fiestas navideñas; tampoco tiene
que ver el tema de la seguridad o de que intente escapar. Todos sabemos
que se trata además (aaademáááás, insisto) de una concertación política.
Válido, pues.
Lo que no debe generar confusión es la postura
del Juez Octavo de lo Penal, quien los días 14 y 20 de diciembre del
2012 emitió sendos acuerdos en los que señala claramente que de acuerdo
con la ley, no se encuentra facultado para permitir la salida del doctor
Arango, quien es acusado de no comprobar 56 millones de pesos durante
su gestión como secretario de Salud. Bueno, eso dicen.
El Juez
dijo claramente que no estaba facultado y que en su caso, otorgar el
permiso de salida, es responsabilidad del director general del Centro de
Reinserción Social de Puebla, mejor conocido (el Cereso) como San
Miguel. Es más, el propio director Juan Roberto Montes Romero, giró un
ofició en el que se negaba
el permiso, pero después rectificó y se autorizó la salida, pactada en
"las alturas".
Pero bien, de todo este tema vale resumir tres puntos:
1.- El Juez Octavo de los Penal y por lo tanto el Tribunal Superior de Justicia nada tienen que ver en el asunto.
2.-
Alfredo Arango está haciendo sus propias negociaciones políticas al
margen de quien fuera su jefe, Mario Marín y quien seguirá siendo su
compadre, por lo menos ante la ley de Dios y,
3.- Por supuesto
que Peña Nieto no habló con Moreno Valle para decirle "no seas mala
onda y dale chance al doctor de que pase navidad fuera del bote". Desde
luego que no, pero finalmente esto, ya cambió.
El Verdugo
Por
estas fechas del 2012, Marín ya había pactado para entregar a Arango y
salvar a Javier García y a otros pillos. A un año de la traición, el ex
gobernador sigue viviendo con absoluta impunidad. E Verdugo dice: a
final
de cuentas, la traición siempre se paga.
Gracias
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