miércoles, 30 de enero de 2013

Reclamen a Marín



A ver a ver, a mi no me reclamen sobre las intenciones de Mario Marín de regresar a la política en activo, como candidato del PRI a diputado local para ser líder del Congreso, modificar la ley y quedarse 4.8 años presidente del Legislativo. Si Marín quiere hacerse las ilusiones de que el PRI va a postularlo candidato o si anda en busca de Pablo Fernández, para que lo tome en cuenta, pues es asunto directo del ex gobernador.

Yo no tengo la culpa de que el “góber precioso” haya pensado en convertirse en candidato del PRI a diputado; yo no lo ando promoviendo; yo no estoy organizando reuniones ni ando diciendo que Marín es el héroe de la película, pa-pá. Por favor, a mi no me reclamen ni me mienten la madre. De todas maneras un tipo tan despreciable y tan desprestigiado, no regresa… ni lo que se robó ¡y vaya que fue un chin….!



Operativo en la 46, ja ja ja

Bueno, pues ahora que en los próximos días habrá secretario de Seguridad Pública del Estado para sustituir al inepto (como secretario) de Ardelio Vargas, también habrá de registrarse un nuevo operativo en la 46 poniente (zona de venta de autopartes robadas en Puebla) para que los delincuentes sepan ahora con quién deberán “arreglarse”.

Demostrado está que las autoridades policiacas son ineficientes ante el robo de autopartes por ser un delito común y permanente. Realmente, lo que los jefes de la policía hacen, es presentarse ante la delincuencia como los nuevos jefes de la plaza. Pero no pueden hacerlo en una fiesta con música, tragos y amor, tienen que hacerlo a través de la demostración de la fuerza.

Así es que pronto, los habitantes del estado seremos testigo fiel de cómo se prepara y ejecuta un nuevo operativo policial en la 46 poniente, dizque para combatir el robo de autopartes.

Y mientras allá, en las alturas del poder se reparten el dinero producto de sobornos, secuestros, robos, prostitución y operación de las mafias en general, los ciudadanos debemos seguir sufriendo a una delincuencia dominante apoderada de la ciudad, que controla a los mandos policiacos a través de mensualidades generosas de dinero.



El Verdugo

Los políticos enloquecen. Entre más alto vuelan la soberbia los invade y domina. Pierden la razón, la visión, la humildad, la humanidad, la certeza y la lealtad. El Verdugo dice: y aun así quieren regresar a los cargos públicos, como Marín.

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