Rey Midas… y sin impuestos

Por: Carlos Macías Palma
cmaciaspalma@yahoo.com.mx
@cmaciaspalma

Hasta que un Presidente se decidió a poner un alto a dos impuestos aberrantes e ilógicos en México. El IETU, Impuesto Empresarial de Tasa Única y el IDE, Impuesto a los Depósitos en Efectivo. Enrique Peña Nieto propone desaparecer estos impuestos que frenan la liquidez, el desarrollo, la inversión y los movimientos bancarios, además de afectar a la economía de las empresas, cuyos dueños y contadores tuvieron que idear una serie de esquivas para contra el IETU.
Pero hay un impuesto aun más aberrante, que va en contra de toda lógica de desarrollo empresarial, que afecta a la economía y que por demás es un abuso de las autoridades: se trata del Impuesto Sobre Nómina que para el caso de Puebla es del 2 por ciento.
Sí, es cierto que los funcionarios hacendarios podrán defender este absurdo, pero las reglas del mercado dicen lo contrario. Es decir, en este Estado no se alienta la creación de empleo, sino que se grava en perjuicio de las empresas, los comercios y los profesionales que tienen personal a su cargo.
Por cada trabajador, es decir, por cada fuente de empleo que alguien con iniciativa se atreve a crear, se deba pagar el 2 por ciento adicional de lo que se genera en la nómina. Por ejemplo, si un comerciante decide pagar a su gerente 10 mil pesos mensuales, deberá además cargar las cuotas del Seguro Social e Infonavit y un 2 por ciento adicional por ¡¡¡haber creado un empleo!!!
O sea, aquí, crear trabajo es igual a que el gobierno castigue a los emprendedores aplicando un impuesto adicional mensual. Volviendo al caso del gerente que gane 10 mil, el patrón deberá aportar 200 pesos por concepto de este Impuesto de Nómina. Si el monto de los salarios asciende a 100 mil, ya son 2 mil y así. Un 2 por ciento lastimoso y aberrante que carga la empresa, el patrón, el creador de empleos, el emprendedor, aquel quien decide invertir en un negocio, quien tiene ganas de progresar, el que arriesga por México.
Así de locos estamos. Y en contraparte, el gobierno pide a los poblanos que inviertan, que fomenten la creación de empleos, que se arriesguen, que pongan su dinero a producir. El gobierno tiene oferta educativa para quienes quieren progresar y programas de apoyo y financiamiento, pero cuando las personas pasan a ser empresarios, se les acuchilla con una pesada carga fiscal que “desincentiva” la inversión y la productividad.
Ahora bien, nadie se atreverá a proponer la derogación o eliminación de este impuesto. Al contrario, hay voces aisladas que pretenden hacerlo crecer del 2 al 3 por ciento ¡Bendito!
Tomemos en cuenta que los gobiernos priistas no se atrevieron a eliminar la tenencia vehicular, hasta que llegó el héroe Rafael Moreno Valle y dijo: adiós a la tenencia y se acabó. El gobernador, si la famosa tendencia, ha hecho millonarias inversiones ¿Quién sabe cómo le ha hecho? Pero ha demostrado que en el corto plazo que con menos impuestos, más inversión. Tal vez deje endeudado históricamente al Estado, pero para cuando los poblanos terminen de pagar deudas de su actual gobernador, yo ya no viviré. Salud.

El Verdugo

Impuestos a colegiaturas, venta de terrenos y ganancias en la Bolsa de Valores, son una buena medida para recaudar más. Es ahí donde está la riqueza y qué decir de los colegios particulares. Eso si es negocio. El Verdugo dice: ahora de esos viven los marinistas.
Gracias