viernes, 27 de septiembre de 2013

Morales Alducin está de regreso

Por: Carlos Macías Palma
cmaciaspalma@yahoo.com.mx
@cmaciaspalma


El PRI ya ni dinero tiene para pagar los salarios de sus empleados. No sólo está devastado política, social y moralmente sino económicamente y desatiende lo más sagrado que tiene cualquier trabajador: su salario.
Fue el mismo presidente-delegado o delegado-presidente que para el caso es lo mismo, Pablo Fernández del Campo, quien ante la prensa reconoció que ni para salarios tienen las arcas del tricolor. Pero además de los sueldos, lo que no ofrece el dirigente priista es una explicación del destino del dinero. Veamos:
1.- El Partido Revolucionario Institucional, como los demás, recibe financiamiento público, lo que pomposamente se llaman prerrogativas. Esta asignación de recursos está perfectamente etiquetada para su destino: promoción y desarrollo (o sea gasto corriente); medios de comunicación y otros rubros de los cuales no me acuerdo.
2.- Es decir ¿dónde está el dinero que el Instituto Electoral del Estado le entrega al PRI para su desarrollo, es decir para gastos, o sea para sueldos y salarios? El recurso no sólo lo entregan para las elecciones sino para todo el año. En pocas palabras, los priistas y los trabajadores carecen de una explicación sobre el destino de las prerrogativas.
Esto, cierto, provoca desconfianza ¿dónde está el dinero Pablo? Esto se preguntarán quienes deben hacer sus aportaciones mensuales como parte las obligatorias cuotas: diputados locales y federales, senadores, regidores y funcionarios priistas que hay muchos en el gobierno, pero que ni se reconocen como priistas (porque los corren) y menos van a dar aportaciones a “su” partido.
Y gracias a esa desconfianza y falta de transparencia de éste y anteriores comités, ningún priista aporta sus cuotas “voluntarias” para el partido que les permite estar en la privilegiada posición que ostentan bajo cargos de elección popular y designación.
Por eso el PRI, no tiene dinero… ni lo tendrá.
Jamás se ha sabido que exista un informe de la dirigencia estatal sobre el origen y destino de las cuotas que sus militantes están obligados a ofrecer, por lo tanto nadie está dispuesto a dar porque existe la sospecha de que el presidente en turno, se va a robar el dinero. Así, literal: a robar el dinero.
Con este y otros vicios, el PRI poblano carece de futuro económico. A ello habrá que agregar que ya no existe el financiamiento que los gobernadores ofrecen a sus partidos políticos, porque en Puebla el gobernador no le va a meter dinero al PRI a menos que le convenga en la negociación con Los Pinos y Bucareli.
Y en caso de que así fuera, que el gobernador le diera dinero al PRI, no pasaría por las oficinas de la Diagonal Defensores de la República. Esa lana la manejarían los operadores morenovallistas, aquellos que ya son rete-harto conocidos.

El Verdugo

Quien ya anda en intensa promoción política es el viejo conocido de los priistas, Jorge Morales Alducin. Dice que va a ser presidente estatal del PRI. El Verdugo dice: no se rían, es en serio; no que va a ser presidente, sino que en verdad lo anda diciendo.
Gracias.

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