miércoles, 11 de septiembre de 2013

De alcaldes a vasallos

Por: Carlos Macías Palma
cmaciaspalma@yahoo.com.mx
@cmaciaspalma


No tienen opción. Los 217 presidente municipales de la entidad poblana están a merced del gobernador por el amplio, absoluto control político que bien ganado, tiene. Ninguno de los ahora alcaldes, está exento de acceder a todas las instrucciones, órdenes o caprichos que el mandatario tenga de aquí a que llegue el 14 de febrero del próximo 2014.
El ejemplo contundente que tenemos a la mano es el del presidente de Puebla Eduardo Rivera Pérez, quien ahora tiene que cogobernar con su sucesor Antonio, Tony, Gali Fayad. Por ello, ambos aparecen, lo mismo entregando obras que computadoras, igual visitando colonias que en reuniones sociales, así también en cortes de listón que en eventos deportivos.
Rivera no tiene para donde moverse. Debe soportar más la presión que el gobernador ejerce sobre quien en el papel gobierna la ciudad, pero que en la realidad no es más que una figura decorativa, aunque como figura dista mucho de serlo. Tal vez, no es que Rivera carezca de talento o eficiencia, sino que le tocó vivir el poder más absoluto que un gobernador ha tenido en los últimos 60 años de historia política de Puebla.
Rivera como el resto de los alcaldes, se encuentra a merced del gobernador, insisto.
Y es que para la próxima legislatura Rafael Moreno Valle tendrá el control absoluto, pues sus únicos opositores son los diputados del PRI que suman 5, pero que en realidad son 4, pues Leobardo Soto Martínez el dirigente de la CTM es aliado (algo así como socio) del morenovallismo.
Con el control absoluto, absolutista del gobernador sobre los actores políticos y administrativos de la entidad ¿quién podrá oponerse o cuestionar sus decisiones cualquier quiera que sean? Ah, y quien desde sus actuales gestiones municipales se atreva a hacerlo, deberá someterse a la “justicia” del Órgano Superior de Fiscalización, organismo que tendrá 4 laaargos años y 8 laaargos meses para someter y ajusticiar a cualquier alcalde “rebelde”.
Así es que ninguno de los gobernantes municipales, de cualquier partido, religión, equipo de futbol o corriente política, está libre de aceptar los endeudamientos, recomendaciones de empresas constructoras y consultoras, obras de postín o de fachada y todo lo que hace un gobernante cuando es el dueño absoluto, cuando no tiene oposición ni equibrios de poder.
Pero además un gobernador inteligente, cautivador, hiperactivo y compulsivo comprador de voluntades y conciencias mercenarias de las que abundan en la política mexicana.
Por lo expuesto anteriormente, ni Eduardo Rivera ni cualquier otro presidente municipal en el Estado de Puebla podrá jugarle al democrático, porque se jugaría su libertad para varios años en el futuro. Claro, podrán robarse lo que quieran o lo que puedan. Para eso si tienen autorización, siempre y cuando se pongan la del Puebla.

El Verdugo

El PRI estatal andará en busca de un administrador, que se encargue de rendir cuentas a los organismos electorales y calmar los calientes ánimos de los priistas carroñeros que se disputan los despojos tricolores. El Verdugo dice: no necesitan Presidente, porque ya lo tienen en Rafael Moreno Valle.
Gracias.

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