jueves, 31 de octubre de 2013

Lástima de teleférico

Por: Carlos Macías Palma
cmaciaspalma@yahoo.com.mx
@cmaciaspalma


Debo confesar mi profunda desilusión por la suspensión de las obras de construcción del teleférico. Este atractivo para turistas y locales, debe ser especialmente maravilloso por lo que representa ver a Puebla desde las alturas, su centro histórico, las torres de sus templos católicos y el horizonte de su hermoso valle con los volcanes Popocatepetl e Iztaccihuatl como postal.
El teleférico debió estas funcionando antes de medio año de este 2013 más como atractivo electoral que como atractivo turístico. Pese a las verdaderas intenciones políticas, el “trencito aéreo” es una excelente idea del señor gobernador, inclusive más que la estrella de Puebla o popularmente conocida como rueda de la fortuna.
Pero ¿qué fue lo que obligó al gobierno de Rafael Moreno Valle a suspender las obras de construcción del teleférico? Pues nada más y nada menos que una orden del Instituto Nacional de Antropología e Historia, debido a que sin permiso alguno y en un acto de autoritarismo se derrumbó gran parte de la Casa del Torno, inmueble integrante del catálogo de monumentos históricos que le dan al centro histórico de Puebla la calidad de Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Lo cierto es que por una méndiga casa vieja que se destruyó, los poblanos y los visitantes carecemos , por ahora, de un teleférico que representa un atractivo y que con el paso de los años, se convertiría en un clásico a visitar por los paseantes de esta ciudad con más de cuatro siglos y medio de vida.
Pero realmente todo este embrollo, fue provocado por la decisión del gobernador de ordenar el derrumbe de la méndiga casa vieja que nadie usaba, lo que provocó la protesta de investigadores y activistas encabezados por Rosalba Loreto (cuya autoridad académica es de la más alta calificación) y con ello la suspensión de la magnífica obra.
Este inconveniente que se ha convertido en una piedra en el zapato para el señor gobernador, debería servir como experiencia para antes de cualquier acto de autoridad o autoritarismo, se haga un cabildeo que permita dejar contentos a todos. Y más ahora que estamos a 90 días del cumplir la mitad del sexenio, debe ser una experiencia para ser un tanto más moderado.
El teleférico ya debería estar funcionando si en lugar de la política del patín y guante, del agandalle, de la bravuconada, del enfrentamiento de barriada, de la prepotencia, de la arrogancia se utilizara la política del convencimiento a punta de billetazos, como es común que se haga por ejemplo, para temas electorales y partidarios.
No quiero decir que se compre la conciencia de Rosalba Loreto y otros investigadores, pero es mejor negociar que tener detenido el proyecto de un magnífico teleférico, debido a la falta de sensibilidad o autoritarismo, que para el caso es lo mismo.

El Verdugo

Los Senadores del PAN se retiraron de la sesión de ayer en la que se aprobó la Reforma Fiscal, como medida de protesta. El Verdugo dice: ajá y qué. Sólo show para la prensa.
Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario