Por: Carlos Macías Palma
Al
corte de diciembre de este año, es el Partido Nueva Alianza y su
presidente estatal Gerardo Islas Maldonado, los que mayor estabilidad
política han demostrado. Sin aspavientos ni alaracas, el joven dirigente
ha demostrado madurez y fortaleza al frente del instituto político, muy
por encima de quienes fueron sus pares del PRI, PAN, PRD y Verde
Ecologista por mencionar algunos.
A
finaliza el año que corre, los dos partidos políticos con fuerza en
Puebla, es decir PRI y PAN coincidieron en algo: perder las elecciones
federales frente a Andrés Manuel López Obrador. Ni azules ni tricolores
pudieron ganar la presidencial, posición que queda en la historia y que
demerita la trayectoria de sus respectivos presidentes: Fernando Morales
Martínez por el PRI y Juan Carlos Mondragón Quintana por el PAN. A
final del día ambos perdieron, pese a disputarse históricamente los
primero y segundo lugar electoral en la entidad.
En
contraparte, el Partido Nueva Alianza con Gerardo Islas Maldonado a la
cabeza no sólo fue la revelación por el porcentaje de votos obtenido,
sino por el comportamiento que como partido tuvo en las elecciones.
Logró armar un equipo de candidatos que dieron la batalla seria en la
mayoría de los distritos, además de hacer un digno papel político.
Y
es que Nueva Alianza no ganaría, los sabíamos todos, las elecciones
presidenciales y por lo menos para el caso de Puebla (y otras entidades,
obvio) tampoco alcanzaría ganar en algún distrito. Aun así, sus
candidatos y dirigencia, tomaron en serio su papel y entregaron cuentas
razonables, actuaron con seriedad y mantienen al PANAL en un lugar
digno.
Por
supuesto que gran parte de los resultados tienen un artífice: el propio
Gerardo Islas, quien logró cruzar el pantano sin ensuciarse. Se
mantiene al frente del partido y no tuvo que salir en condiciones
indignas como Fernando Morales del PRI y Juan Carlos Mondragón del PAN,
quienes fueron sustituidos por Pablo Fernández y Rafael Micalco,
respectivamente.
En
el PRD y en el Verde Ecologista también hubo relevos en su presidencia
estatal, lo que fortalece la figura de Gerardo por ser uno de quienes se
quedan, a pesar del vendaval que en otros partidos sufrieron sus
derrotadas dirigencias. Para el joven presidente panalista, el cierre de
año no podía ser mejor.
El Verdugo
A
dos semanas de cerrar el 2012, se puede afirmar que éste no fue el
mejor año para el marinismo. El Verdugo dice: ni los que vienen.
Gracias
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