miércoles, 26 de diciembre de 2012

De constructores y porquerías


26 de diciembre 2012
 
Por: Carlos Macías Palma
 

Por qué será que los constructores que hacen obra pública en Puebla, hacen puras porquerías. Y no se trata solamente de un tema de tipo urbano que afecte al sector de aquellos que tienen coche, sino de un asunto de cultura, de eficiencia, de responsabilidad, de ética, de calidad.
Lo mismo pasa en la obra privada, aunque los propietarios de casas, edificios y otros están al pendiente de que las cosas salgan bien y no como las porquerías que los constructores entregan a la ciudad y que necesariamente tienen el consentimiento o la complicidad de las autoridades.
Es un tema tan simple. El gobierno contrata empresas para la construcción de los diferentes tramos del anillo periférico. Sin embargo, las obras que entregan son una verdadera porquería, con baches profundos y los empalmes o uniones de las trabes en los puentes, son un atentado a la vida de los conductores y sus pasajeros.
En el periférico, en el tramo del bulevar Valsequillo hacia la carretera a Tehuacán con rumbo a Chachapa, los empalmes de los puentes son un asco y así se quedaron y así estarán y así los entregó la administración más corrupta de Puebla encabezada por Mario Marín Torres y Javier García Ramíres desde obras públicas.
Y otras más como los puentes de Cúmulo de Virgo y de Amalucan, por mencionar a los más transitados. Todos estos son porquerías en su construcción, hechos con mala calidad y al trancazo. Pero lo peor es que cuesta lo mismo hacer las porquerías que entregan que hacerlo bien. Pues ya ni modo.
 
El Verdugo
La explicación que existe de que los gobiernos permitan entregar cochinadas en obra pública, es sencilla. El Verdugo dice. Son socios de los gobernantes.
Gracias

No hay comentarios:

Publicar un comentario