lunes, 11 de noviembre de 2013

Un gobernador manipulado

Por: Carlos Macías Palma
cmaciaspalma@yahoo.com.mx
@cmaciaspalma


Debo confesar como cómo extraño  al suertudo de Sergio Ramírez Robles, un jalisciense polémico, arrebatado, políticamente violento y autoritario. Y es que el tipo, fue capaz de convertirse en el eje de la política local manipulando, inclusive, al propio gobernador del Estado a quien sirvió como su segundo director de Comunicación Social.
Ramírez, desde su controvertida personalidad digna de un reportaje del Discovery Channel, manipuló a medios de comunicación, a columnistas, al gabinete entero y al propio Rafael Moreno Valle. Gracias a él había golpeteo entre los miembros del equipo morenovallista, se crearon odios y rencores con heridas que no han sanado, se modificó el Código de Defensa Social para castigar severamente a los periodistas críticos, se presentaron denuncias formales contra comunicadores, se dividió al gabinete y estuvo a casi nada de influir en la sucesión municipal a favor de Jorge Aguilar Chedraui.
Ramírez Robles manejaba la política poblana a su antojo. Se enfrentó con el entonces Secretario General de Gobierno y cuñado del gobernador Fernando Manzanilla Prieto y lo denostó cuanto quiso y pudo. Se alió con columnistas para desprestigiar al cuñado del mandatario y generó severos rencores en la familia.
Gracias a la manipulación que Sergio ejerció sobre el gobernador, los enfrentamientos innecesarios con la clase política y los poblanos en general, generaron un ambiente tenso con choques inútiles que en nada ayudaban a la sana convivencia. Fue factor de inestabilidad.
Aun así y con todos estos efectos negativos para el doctor Moreno Valle, Sergio Ramírez Ramírez le ponía “sabor al caldo”.  Sus odios y locuras fueron permitían una guerra en el gabinete de tal manera que había que estar muy pendiente del golpeteo que Aguilar Chedraui le propinaba al siempre tan educado Fernando Manzanilla.
Había que estar muy atento de los mensajes de Ramírez contra Tony Gali y Luis Maldonado en ese entonces secretarios de Infraestructura y Educación Pública, respectivamente. Lo cierto es que el tipo generaba emoción con sus constantes cartas aclaratorias enviadas a la prensa, que confrontaban más que aclarar los errores del gobierno.
Manipuló de tal manera a Moreno Valle que creó un ambiente de división en su equipo. Es más, si Sergio se queda unos meses más en Puebla, el candidato a presidente municipal hubiera sido Aguilar Chedraui. Se dedicó pues, a dictar la política partidista y no la política de comunicación social para lo que fue contratado.
Pero bien, con todo este trabajo de confrontación, pleitos y choques el señor Ramírez hacia emocionante la política poblana, no que ahora la situación es tan tranquila que hasta aburre.
Ahora bien, se le extraña al tal Sergio, pero es mejor que no esté. Que bueno que lo corrieron, que bueno que se largó. Y termino con 4 palabras: Salúdame a nunca vuelvas.

El Verdugo

La llegada de Marcelo García Almaguer a comunicación social del gobierno de Puebla en diciembre del 2012, significó un cambio de actitud en el gobernador para con la prensa poblana. El Verdugo dice: Marcelo será el cerebro de la comunicación en la campaña presidencial de Moreno Valle para el 2018.
Gracias.

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