lunes, 25 de noviembre de 2013

Todos son corruptos

Por: Carlos Macías Palma
cmaciaspalma@yahoo.com.mx
@cmaciaspalma


Nada nuevo. El tráfico de influencias y el pago de favores son práctica diaria y común en el sistema político. Todos aquellos que tienen el poder de decisión sobre el manejo del dinero son susceptibles de incurrir en eso que conocemos como corrupción, ya sea recibiendo en efectivo o a través de favores a empresas proveedoras. El pago de comisiones o “mochada” es de todos los días.
Y ahora que se descubre que en la corrupción están involucrados los panistas, diputados y alcaldes, nadie debe sorprenderse. Es normal que los diputados federales reciban dinero de gobernadores y presidentes municipales como pago por autorizar más presupuesto para sus estados o municipios.
Así también es normal que los funcionarios reciban un pago ilegal por autorizar compras y obras públicas. Lo mismo pasa en todas las áreas y en esto están involucrados también, desde luego y por supuesto, las empresas de todo tipo. Claro que siempre habrá quien acepte las condiciones de la gente del gobierno, funcionarios, legisladores, gobernantes, políticos.
Toda esta práctica de las comisiones funciona para todos y todos están obligados a aceptar las condiciones, porque de lo contrario no hay contratos. Es decir, para ser proveedor de computadoras hay que entrarle con el 10 o 15 por ciento de comisión; para vender medicinas hay que entrarle con su mochada; para ser beneficiado con una o varias obras, hay que “ponerse la del Puebla”; para vender asesorías o seguros o servicios financieros o lo que sea, hay que entrarle con su “mordida”.
Si quieres que el gobierno te contrate un inmueble hay que entrarle con una lana; si quieres vender vales de gasolina o gasolina hay que entrarle; si vendes uniformes para policías o para empleados; si vendes lonas publicitarias; si vendes llantas u ofreces servicios de mantenimiento mecánico; si vender viajes o balones de futbol, escritorios, credenciales, pasto, tierra, extinguidores o asesoría de protección civil. Vendas lo que vendas hay que dar una aportación económica de tus utilidades, del IVA, del ISR o sacrificando calidad o cantidad.
Siempre, invariablemente hay que dar dinero o no hay contrato.
Y de unos años a la fecha, los diputados federales reciben gratificaciones de gobernadores y alcaldes a cambio de “gestionarles” mayor presupuesto. Empezó como una gratificación y ahora es una obligación.
Por eso nadie puede dudar acerca de las acusaciones que algunos alcaldes panistas hicieron sobre sus diputados federales, en el sentido de que debe haber “mochada” o pago de comisiones o como se le llame. Ni duda cabe que la corrupción no es privativa del PRI, invade a todos por igual.

El Verdugo

Si algún gobierno en la historia de Puebla se ha distinguido por sus excesos en corrupción, ese es el de Mario Marín. El Verdugo dice: seguramente pronto será superado.
Gracias

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