lunes, 27 de agosto de 2012

Un gobernador que somete al PAN


Es de muy Buena Fuente

Por: Carlos Macías Palma
cmaciaspalma@yahoo.com.mx

Esta semana inicia con la declaratoria abierta de guerra del morenovallismo en contra del Partido Acción Nacional, tras la dirigencia estatal. Blanca Jiménez Castillo se prepara para abordar a su partido y entregar el control absoluto a su jefe: el gobernador. Desde la residencia oficial, se diseñó la estrategia para quitar de la dirigencia a Juan Carlos Mondragon y colocar a una incondicional, en la persona de la diputada federal electa por el IX distrito de esta capital.
Es claro que Mondragon y sus seguidores son un estorbo para los planes expansionistas del gobernador. El PAN es sólo un instrumento para el acceso al poder e igualmente desechable cuando se ha logrado el objetivo.
El Partido como tal, es necesario para el gobernador sólo para que otorgue las siglas, porque para el ejercicio del poder, está visto que los panistas no sólo ha sido relegados, humillados, vapuleados y ninguneados, sino que ignorados cuando se atreven a querer opinar.
Pues bien, los panistas tienen la gran oportunidad histórica de recuperar el Partido o terminar de perderlo para lo que resta del sexenio. A cambio de recuperarlo, corren el riesgo de perder elecciones en los municipios y distritos más importantes, pues es claro que tendrán al gobernador como su adversario y enemigo en caso de que Mondragon se quede en la dirigencia.
Los panistas saben que, si impiden que el gobernador designe al candidato a la presidencia municipal de Puebla y unos cuantos diputados, entonces lo sumarán a la lista de enemigos a vencer. Está claro que Rafael quiere el control del Partido Acción Nacional y en caso de no tenerlo, buscará aliarse al Partido Revolucionario Institucional.
En pocas palabras: o los candidatos del PAN son suyos o el PAN pasará a ser Partido de oposición en Puebla.
Ahora bien, el PRI está dispuesto a encontrar aliados para consolidar a Enrique Peña Nieto como un Presidente que también gana elecciones intermedias. Para Peña, ganar en la mayoría de las presidencias municipales de Puebla durante el año 2013, es una prioridad por dos razones:
1.- Un Presidente no puede perder su primera elección local como mandatario a 7 meses a haber asumido el poder. Sería ridículo que el PAN le ganara. Ridículo pues, que Peña volviera a perder Puebla y
2.- Tener autoridad política en la mayoría de las presidencias municipales y los diputados, ofrece un margen de maniobra para el ejercicio del poder y sobre todo, pensando en la sucesión. Sí, aunque se vea muy lejos, ya se debe ir tejiendo para el 2018.
Ahora bien ¿qué le conviene al gobernador? Sencillo pues: controlar al PAN.

El Verdugo
Todas las batallas internas en el PAN las ha ganado el gobernador. Los panistas no le sirven ni para el arranque. El Verdugo dice: cuando Rafael gana, el panista muere.
Gracias

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