A
estas alturas del proceso electoral y del espontáneo surgimiento del movimiento
estudiantil “yo soy 132”, francamente veo muy complicado que el voto de los
jóvenes universitarios cambie de parecer de aquí al día de las elecciones.
Ellos, en su mayoría, uno 80 por ciento, ejercerán su derecho cívico para
apoyar a Andrés Manuel López Obrador.
Y en
ese grupo de jóvenes privilegiados aparecen lo mismo hijos de obreros y
empleados, que estudian en las universidades públicas, que hijos de
empresarios, profesionistas y comerciantes que asisten a universidades
privadas.
La
preguntas ahora son: ¿por quién van a votar los padres de los chicos de las
universidades privadas? ¿también creen que López Obrador dejó de ser un peligro
para México? ¿es la opción que tienen de acuerdo a su visión mercantil y
neoliberal de la economía? ¿Verdaderamente quienes integran las clases medias y
medias altas de este país, se “la van a jugar con el peje”?
Hoy,
las elecciones no están definidas y vemos un escenario similar al del 2006. Es
decir, el candidato puntero se cayó varios puntos, en aquel entonces López
Obrador y ahora Enrique Peña Nieto. Aunque el candidato priista no ha bajado de
los 46 puntos, mismos con lo que López Obrador empezó su campaña hace 6 años.
Queda
claro que Josefina Vázquez Mota no va a ganar en las elecciones, a menos que
suceda un milagro, diría Fox. En el año 2006, Roberto Madrazo nada más no
levantaba y así está hoy Chepina.
¿El
voto útil a cuál de los candidatos va a beneficiar? Esa es la gran incógnita
que todos se hacen. La elección presidencial anterior benefició a Felipe
Calderón. Si Josefina ya no levantó ¿a quién va a venderle su derrota?
En
tanto, gobernadores panistas, están haciendo lo mismo que los gobernadores
priistas hicieron en el 2006: están pactando con “el puntero”. Así es que para
el caso de Puebla, todos son sacrificables para no deteriorar el proyecto
presidencial de nuestro señor gobernador.
El
Verdugo
El
Partido Acción Nacional se dedicó a golpear a Peña Nieto y lo único que provocó
es que López Obrador los rebasara por la derecha. El Verdugo dice: ahora ya no
encuentran cómo solucionar su histórico error.
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