martes, 19 de junio de 2012

Especular sobre los cambios


Existen varias versiones en relación a las modificaciones que se su equipo de trabajo hizo hace dos días el gobernador Rafael Moreno Valle. La primera de ellas tiene que ver con la salida de la Consejería Jurídica del gobierno del Estado de Juan Pablo Piña Kurczyn y en este sentido, el relevo se interpreta como algo más delicado que la simple promoción del abogado en la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Motivo de análisis, no de chismes ni rumores, es que Juan Pablo no puede ganar juicios nada más por decreto o por órdenes de su superior. Es decir, que no aceptó la presión de su jefe ante lo que eventualmente es una serie de derrotas jurídicas frente al empresario Ricardo Henaine, provocadas más por el ímpetu del gobernador, que por una estrategia jurídica sólida y sustentada.
Es decir, de manera llana: el gobierno del Estado perderá algunos juicios y Juan Pablo lo advirtió a tiempo. De ahí que decidió mejor retirarse que cargar con la culpa, los reproches, los regaños y el ridículo.
Otra teoría de la salida del hijo del ex gobernador Mariano Piña Olaya, es su exclusión en la lucha por la candidatura a la presidencia municipal de Puebla, por parte del grupo de Moreno Valle y en el que se incluyen a Fernando Manzanilla Prieto, Antonio Gali Fayad, Jorge Aguilar Chedraui y Amy Camacho (la mujer al último, por nivel, momentáneo, momentáneo eh, de posibilidades).
Piña Kurczyn se cree con posibilidades de hacer carrera política en Puebla y tal vez de llegar, como su padre, a ser gobernador. Tal vez, tal vez. Lo cierto es que el hoy ex funcionario de Puebla buscó con mucho interés ser candidato del PRI a diputado federal por el IX distrito de esta ciudad en el año 2009 y luego aceptó vivir aquí a cambio de ser Consejero Jurídico, que es un cargo a nivel de secretario.
Con estos elementos, es difícil creer que Juan Pablo dejó el gobierno de Puebla nada más por ser visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Otro tema tiene que ver con la incorporación de Miguel Angel de la Rosa como subsecretario de Gobernación. Que sea designado funcionario del gobierno estatal nada tiene de raro. Es más, hasta se estaban tardando. El tema es que 11 días antes de las elecciones federales, el señor decide dejar la presidencia estatal del Partido de la Revolución Democrática para incorporarse a un cargo de segundo nivel.
Es cierto que de la Rosa no es la lumbrera ni genio en materias electoral y política, pero abandonar así al PRD, al menos en el renglón de la percepción, manda un mensaje de desconcierto a la sociedad, más no a sus compañeros de partido, para quienes Miguel Angel es como el ombligo.
Sobre Salvador Escobedo Zooleto, nombrado titular en la secretaría de Desarrollo Social, sólo se confirma que desde hace tiempo dejó de ser de los cachorros de Ana Teresa Aranda. De lo contrario, jamás hubiera sido incorporado al equipo en, hoy, una secretaría desmantelada, sin dinero y sin importancia.
El Verdugo
Leobardo Soto Martínez dirigente estatal de la CTM es un excelente negociador, pues negoció con el gobernador el distrito IX de Puebla para entregárselo con honores. Leo mandó a una candidata con el sello de los cetemistas: gris en toda la extensión de la palabra y luego se desentendió de la campaña. El Verdugo dice: Leobardo es una estrella más del canal del morenovallismo.

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