lunes, 3 de septiembre de 2012

Ni se hagan ilusiones. Marín out


Como tal, la corriente política marinista está desaparecida, pues quienes formaron parte de este reducido grupo, carecen de posibilidades futuras para tener nuevamente acceso al poder público. Aunque habrá que reconocer que de manera individual, algunos de ellos han logrado desligarse del ex gobernador Mario Marín y con ello aspirar a la sobrevivencia política.
De alguna manera, personajes como Juan Carlos Lastiri Quirós, Alejandro Armenta Mier y Javier López Zavala, se mantienen en el ejercicio político. López Zavala es diputado federal, Lastiri es Secretario de Gestión Social en el comité nacional priista y Armenta es coordinador de la campaña de Enrique Peña Nieto para Puebla. Esto les permite circular en la política nacional y local.
Por ejemplo, Lastiri y Armenta con una carrera propia, se integraron al gobierno de Mario Marín pero más ligados a la corriente que fuer formando López Zavala. Digamos que son zavalistas, aunque hoy cada quien tenga su propio proyecto, por no decir que están peleados. Otros más que se fortalecieron en el zavalismo son los diputados federales José Luis Márquez y Filiberto Guevara, quienes ya había sido alcaldes de Zacatlán e Izúcar de Matamoros y se consolidaron durante la gestión marinista, aunque al amparo de López Zavala.
Por su lado, los marinistas puros están en otras condiciones: David Villa Isa está totalmente fuera de la política y la administración pública. Javier García Ramírez es prófugo de la justicia y Valentín Meneses Rojas tiene proyecto, pero a lado de Beatríz Paredes Rangel. Otros muy cercanos a Marín, pero del lado empresarial están dedicados a sus negocios y a disfrutar y administrar la fortuna que alcanzaron durante la gestión de góber precioso.
El propio Mario Marín es un personaje mal visto en la sociedad poblana, nacional e internacional. La última vez que apareció en público fue en un evento con Enrique Peña Nieto a quien le perjudicó haber invitado a tan desprestigiado tipo. Fue tal la ola de criticas contra el hoy Presidente electo, que lo mejor fue marcar distancia para evitar daños directos en su campaña presidencial.
En política no hay imposibles. En política no hay muertos. Sin embargo, se ve muy complicado que alguien como Mario Marín pudiera regresar al ejercicio del poder. Que de gracias de que no está en la posición de Pablo Salazar Mendiguichía, ex gobernador de Chiapas encarcelado en esa tierra sureña o de Tomás Yarrinton perseguido por la justicia mexicana.
Así es que quienes piensan que Marín va a regresar, más vale que se dediquen a otra cosa.

El Verdugo
Sentado en su oficina de la Notaría, rodeado de fajos de billetes en moneda nacional, dólares americanos y euros y sus inevitables botellas de cognac, el góber precioso añora ser protagonista de la política. Su sueño era ser Presidente de la República y después del escándalo Lidia Cacho al menos, quería ser Senador. El Verdugo dice: lo que hoy tiene, es su premio a la deslealtad.
Gracias

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