jueves, 15 de diciembre de 2011

Ramos Montaño ¡¡¡existe!!!

No recuerdo el motivo por el cuál vi escrito el nombre de Francisco Ramos Montaño. Y entonces, mi vista brincó. De momento recordé que este cuate es ¡¡¡diputado!!! y ¡¡¡federal!!! Y por si usted no lo recuerda, este cuate es diputado representando a Puebla colgado en la bandera de la juventud, pero principalmente gracias a que es amigo (o era) de un tal Mario Marín García. Pues sí, el señor Ramos Montaño !!!existe¡¡¡ y continua en el PRI.
Y es que ahora recuerdo, vi su nombre en la lista de comisionado de la comisión política permanente (eso creo) del Partido Revolucionario Institucional. Y en efecto, el diputado Ramos aun vive en la política, aunque ha sido verdaderamente inteligente para desaparecer del mapa político local. A veces es mejor que nadie te recuerde a que te recuerden por ser aliado del marinismo o a que te recuerden por tu permanente incapacidad. Bendita la hora.

Zavala salva a Lázaro
Otro marinista que rescatado del infierno es nada más y nada menos que: Lázaro Cuauhtemoc Jiménez Aquino. Tal vez no se le recuerde con tanta vehemencia, como a otros quienes forman parte del marinismo, pero de alguna forma el tipo está presente en la historia reciente de Puebla. Pues resulta que Lázaro era buscado por la justicia morenovallista. La instrucción del señor del cerro fue tajante: hay que darles en la ma... a todos los de la SCT y todos, son todos.
Así es que la titular de la Contraloría se puso a trabajar a marchas forzadas para encontrar todo lo que pudiera relacionar a Lázaro con actos de corrupción. Lázaro, Lazarito quien había sido subsecretario del Transporte se puso un poco nervioso y recurrió a la protección del marinismo.
Sin embargo, fiel a su formación personal y profesional el exgobernador lo dejó solo, solito, solitito, al tal Lázaro. Entonces, este personaje protegido del zavalismo recurrió a su jefe político, a su verdadero jefe. Fue así que en esas negociaciones el excandidato Javier López Zavala, abogó directamente por Lazarín para que lo dejan en paz. Y así fue.
La instrucción del mandatario fue, en primera intancia: quiero la cabeza del tal Lázaro.
Luego, la instrucción fue: déjenlo en paz. Ya me habló Zavala. Bendita la hora.

El Verdugo
Entramos a la segunda quincena del último mes del año, periodo de históricos cambios políticos y sociales para Puebla. La sensatez, la humildad, la tolerancia deben empezar a controlar al grupo en el poder. El Verdugo dice: no todo el sexenio es el primer año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario