sábado, 31 de diciembre de 2011

19 de diciembre del 2011

Tipo inteligente, culto, artista, sagaz y atrevido, Javier Lozano Alarcón se presenta nuevamente en Puebla para intentar representar a sus habitantes, ahora, en el Senado de la República. En efecto, Lozano es un político que recibe críticas diversas, pero nadie puede regatearle que es un personaje exitoso en la administración pública federal, en la cual ha ocupado diversos cargos de primer nivel: secretario del Trabajo, subsecretario en Gobernación y titular de la Cofetel (Comisión Federal de Telecomunicaciones), entre otros (de estos me acuerdo en el momento).
Hay que reconocer en Javier Lozano, la audacia, acompañada de suerte y circunstancias. El aspirante a senador de la República ha tenido cargos importantes lo mismo en gobiernos priistas que en panistas, lo que ha generado la admiración de este humilde columnista. Insisto, se le podrá criticar por diversas razones, pero sus triunfos profesionales son innegables, dignos de reconocimiento y hasta de envidia, de la buena. Pero, maldita cosa, siempre hay peros.
Y es que el exsecretario del Trabajo se presenta en Puebla como aspirante a Senador, sin una propuesta, sin proyecto, sin ideas, sin debate, sin algún discurso atractivo, dinámico, interesante. Se presenta sin algo que valga la pena detenerse a mirarlo y por el contrario, se va por la fácil y con historias conocidas, de personajes ya juzgados. Javier Lozano se registra como aspirante y dice que (palabras más, palabras menos) denunciará los abusos cometidos por Mario Marín como gobernador de Puebla. ¡Que pobreza política, Javier!
Ya sé, ya sé que después vendrán las propuestas, la campaña y todo lo demás. Pero la primera impresión es la que se queda.
Mira Javier, varios temas que me permitiré desglosarte para que tengas una idea de lo que pasa en Puebla:
1.- A Mario Marín los poblanos ya lo juzgamos. El tipo está despreciado por la sociedad. La gente sabe y conocer el alto grado de corrupción, de soberbia y arrogancia que imperó durante su gobierno. Los poblanos conocimos a Marín y a su pandilla cuando eran burócratas de segundo y tercer nivel y ahora los vemos como los hombres más potentados de Puebla. Los poblanos sabemos quienes son los pillos y no hace falta que vengas a decirnos lo que padecimos durante sies años. Javier, amigo, de Marín los poblanos sabemos más que tú.
2.- Como estrategia de campaña o de comunicación no te dará resultado denunciar las trapacerías del marinismo. Los poblanos lo sabemos y por eso el PRI perdió en las elecciones. Perderás el tiempo atacando a alguien a quien los poblanos simplemente: desprecian.
3.- Sobre Marín, mi querido Javier, me permito informarte lo que hace y piensa. Piensa a diario en cumplirle (no con el gasto; tú me entiendes) a su novia Jesica y en llevarle una paleta payaso a sus hijas Mía y Mariana, una vez a la semana; hace: leer (como presume) el Sol de Puebla y a Rodolfo Ruíz. "Lo demás no me importa", dice. Bueno, perdón, le preocupa que Zavala ya no lo quiera (¿apostamos?). Eso le importa más que las mismas MM (Mariana y Mía).
4.- Javier, después de admirarte como profesional de la política hoy me decepcionaste. ¿Sabes qué? Dejaste de ser el héroe de la política pa-pá, perdón, el héroe de la película pa-pá.
 
El Verdugo (I)
Mañana la historia de cómo la Contraloría perdió el caso del ISSSTEP. El Verdugo dice: un tip: involucrado Roberto Morales Flores.
 
El Verdugo (II)
Tanto se quejan los priistas de la alianza con el PANAL y la candidatura al Senado del profesor Guillermo Aréchiga Santamaría. El Verdugo dice: como dicen el CEN del PRI: es la única forma que tenemos de nulificar al gobernador de Puebla. Primero ganamos y después... ya veremos.

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