lunes, 6 de mayo de 2013

Rafa y Lorencez, igual destino


Por: Carlos Macías Palma
cmaciaspalma@yahoo.com.mx

Si tan confiado está en que su pragmática coalición partidista va a ganar las posiciones más importantes en las próximas elecciones locales, me pregunto ¿para qué tanta violencia, ataques, encono y odio del gobernador contra sus rivales priistas y ecologistas?  Algo sabe el señor del cerro que no quiere decirnos, respecto a las tendencias que dan por ganador al ex rector.
Convertido en el gran cacique de la poblanidad, Rafael está acostumbrado a mandar, ordenar, poner, imponer, disponer y en su caso  amedrentar, amenazar, lastimar y golpear a todos aquellos que no se sometan a sus incontables caprichos. Y esta agresiva violencia incluye a todos, desde el Presidente Peña Nieto hasta el más humilde de sus empleados, pasando por todos quienes se opongan al unipersonal proyecto presidencial morenovallista.
Pero bueno, el señor del cerro anda muy acelerado, desconfiado diría. Siento que anda como enojado porque los priistas le van a competir en las elecciones; anda molesto porque ya no controla y somete al PRI (nacional y estatal);  está nervioso porque ya no pone ni dispone en Los Pinos; anda inquieto por que en su intimidad sabe que la tendencia en la ciudad no le favorece. Lo sabe y lo sabe bien.
Rafael ha demostrado un nerviosismo impropio de un gobernador. Deseó que el candidato a la alcaldía de Puebla fuera José Chedraui y no Enrique Agüera; ha diseñado una estrategia de golpeteo para el rector de la BUAP Alfonso Esparza Ortíz; descalifica a la dirigencia tricolor; reta al Presidente y lo engaña haciéndole creer que es su aliado; minimiza a los partidos políticos y somete con sobornos a las cúpulas perredistas y panistas y petistas y todas las demás de cascos ligeros.
No sólo eso, decide que el tribunal electoral deba negar el registro del nombre Mover a Puebla y cuando se le revierte el asunto, se pone más furioso. Ahora, el destino de Rafael, enfrentando a la coalición 5 de Mayo, será similar a la de los franceses, un destino igual a la del arrogante general Lorencez.

El Verdugo
Con orden de aprehensión bajo el brazo derecho y con un amparo bajo el izquierdo, los marinistas se pasean, presumen y hasta retan al gobernador y a su pandilla. Del Procurador se burlan en todas las reuniones familiares, de negocios y de trabajo. El Verdugo dice: nadie por encima de la ley.  Ja ja ja.
Gracias

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