El agua, con “mochada” para Rafa

Por: Carlos Macías Palma
cmaciaspalma@yahoo.com.mx
@cmaciaspalma

El agua es vida… y negocio. La extracción, distribución, saneamiento y administración de los servicios de agua es un buen negocio, negociazo permanente, inacabable y rentable para las empresas y los gobiernos. De ahí que el gobernador Rafael Moreno Valle impulse “la privatización” del agua como se dice comúnmente, para beneficiar a una empresa y dejar sospecha de que lleva su “mochada”.
El agua es negocio a tal grado que las empresas se dedican a su administración. Es obvio que no son damas de la caridad ni benefactoras del gobierno de Puebla, por lo que están dispuestas a entrar al negocio de administrar el agua de los poblanos. De ahí que el interés de privatizar o concesionar el servicio, no es más que una evidente prueba de que es negocio para todos: empresarios y gobernador.
De qué otra manera puede explicarse que el gobierno termine concesionando el servicio de agua, si no es que resulte ser negocio. Sí claro, negocio para todos: la empresa que resulte “ganadora” de la “licitación” y la autoridad que recibirá su “mochada” de gran tamaño, de tal manera que se vaya incrementando el ahorro personal de quienes ostentan el poder público. Ah, y también incrementar los fondos del cochinito para la precampaña presidencial.
En realidad la concesión del servicio de agua es un negociazo para la autoridad. De ninguna manera se explica la necedad de dar a manos privadas lo que el gobierno ha manejado por sexenios. El sistema operador no es eficiente porque sus directores no lo han sido y porque han saqueado al organismo que en verdad deja ganancias millonarias.
No hay explicación alguna para concesionar. Lo que deja claro es muy sencillo de analizar: te doy la administración y me incluyes como socio de la empresa.
Es obvio que no dejarán huellas del gran negocio; es obvio que no va a aparecer el nombre del gobernador en el acta constitutiva de socios; es obvio que no va a recibir una maleta con fajos de billetes; es obvio que no habrá evidencias de tremendo negocio al estilo marinista. Pero lo que sí es obvio es la gran cantidad de dinero que el gobernador va a embolsarse por la entrega del agua de los poblanos.
Por eso, cuando los concesionarios del transporte público se quejan de no les resulta negocio mantener la tarifa, siempre se les dice que vendan los permiso y siempre se niegan a hacerlo. Imaginar que un permiso de la ruta 10 cuesta 200 mil pesos, ¿cuánto cuesta concesionar el agua de los poblanos? Mejor dicho ¿cuánto se va a ganar el autor intelectual de tremendo robo?

El Verdugo

Esos tiempos ya pasaron a la historia. Los beneficiarios del gobierno marinista llevaban los millones de pesos de comisiones en maletas para entregarlos a los pillos funcionarios. El Verdugo dice: ahora el proceso se ha refinado y el “lavado” es con empresas y transferencias bancarias.
Gracias