Es Agüera, desde uufff

6 de febrero del 2013

Por: Carlos Macías Palma

Hace no muchos días, se escenificó el siguiente pasaje de la política.

Sonó el celular del rector y su secretario particular contestó a la secretaria, quien del otro lado de la línea dijo:

Secretaria.- Buen día. El señor secretario, el licenciado Miguel A. Osorio desea hablar con el señor rector ¿los ponemos en la línea?

Secretario particular.- Por supuesto, respondió e interrumpió a su jefe para de inmediato ponerlo al teléfono.

M. A. Osorio.- Señor rector buen día ¿cómo está?

Rector.- Bien, señor secretario ¿usted? Aquí a sus órdenes.

M.A. Osorio.- ¿Cuándo cree que pueda venir aquí, a mi oficina de Bucareli? Le invito un café a medio día ¿Puede ser mañana mismo?

Rector.- Mañana mismo señor secretario. Ahí estaré…

Ese medio día, el rector llegó media hora antes de la cita para tener tiempo, sin prisas y cumplir con el protocolo de seguridad para el ingreso a la oficina del jefe del gabinete.

M.A. Osorio.- Señor rector ¿cómo está? ¿cómo está la familia? ¿cómo va la Universidad? ¿qué dice Puebla? Su gobernador está muy activo…

Rector.- Todo bien, señor secretario. Trabajando duro en la Universidad y feliz con la familia. Vamos bien y queremos estar mejor.

M.A. Osorio.- Muy bien señor rector. Fíjese que nuestro amigo (y señala a la fotografía que tiene atrás de su escritorio) está muy interesado en las elecciones de Puebla y tiene toda la intención de ganar y ganar bien ¡Vamos con todo! Entonces, me pidió platicar porque existe interés en que nos represente para ser candidato a presidente municipal por la ciudad capital ¿Cómo ve señor rector? Por supuesto, cuenta con todo el apoyo y todo… es todo ¿Qué le digo a nuestro amigo?

Rector.- Por supuesto que acepto señor secretario. No puedo negarme ante tal petición de nuestro amigo el Presidente.

M.A. Osorio.- ¡Perfecto! Muchas gracias. Es más, vamos a darle la buena noticia a nuestro amigo. Permítame señor rector.

La red telefónica sonó de inmediato.

M.A. Osorio.- Enrique, está aquí nuestro amigo el rector de Puebla y me dice que con mucho gusto acepta. Está comprometido con el proyecto. Es más, te lo paso para que lo saludes.

Lic. Peña.- Enrique, tocayo, que gusto. Ya Miguel Angel me dio la buena noticia ¡Felicidades tocayo. Echale ganas! y ya sabes que vamos con todo y cuentas con tu amigo para lo que ofrezca, para lo que necesites. Un abrazo y pronto nos vemos… mi candidato.

Rector.-  Así es señor Presidente. Vamos con todo y muchas gracias por la confianza.

Click.

Felicidades señor rector, le dijo el licenciado Osorio ¿Cómo anda de tiempo?

Rector.- Bien señor secretario. Sin problema. A sus órdenes.

M.A. Osorio.- ¿Pudiera ir a ver al licenciado Camacho a su oficina de Insurgentes Norte, aquí cerca?

Rector.- Claro. Tengo todo el tiempo.

M.A. Osorio.- Perfecto mi candidato. Permítame. Oye César (le dijo por la vía telefónica privada). Está conmigo el rector de Puebla. Ya habló con Enrique, su tocayo y vamos para adelante ¿Cuándo crees que puedas recibirlo?... ¿Ahora mismo? Hecho. Va para allá.

El Verdugo

Ya hay candidato. El Verdugo dice: no me equivoco.

Gracias.