lunes, 11 de febrero de 2013

El poblano, un PRI perdedor

12 febrero 2013
 
Por: Carlos Macías Palma

Don Fernando Moreno Peña, ex gobernador de Colima y delegado especial del comité nacional del PRI, tiene cuatro retos, de los que debe salir airoso, avante o triunfador que para el caso es lo mismo:
1.- Que su partido gane las elecciones en los principales municipios y la mayoría en el Congreso del Estado. Sus candidatos tendrán que ganar municipios como Puebla, San Pedro Cholula, Tehuacán, Zacatlán, Teziutlán, Tehuacán, Atlixco, Izúcar de Matamoros, Chignahuapan, Huauchinango, San Martín Texmelucan, Tepeaca, entre otros. Sin mayoría en el Congreso y sin la capital del Estado, su paso por Puebla habrá sido un fracaso.
2.- Reanimar a un derrotado Partido Revolucionario Institucional. Intencionalmente los priistas evaden la derrota del 2010, cuando Rafael Moreno Valle, en quien nadie creía, ganó las elecciones con unos 200 mil votos de diferencia, cantidad que es un montón de votos. El rechazo a Mario Marín fue evidente, pese a que Javier López Zavala, Alejandro Armenta y otros dirigentes del momento presumían como suyos los 862 mil votos obtenidos por los tricolores.
3.- Reanimar a un derrotado Partido Revolucionario Institucional. Escudados en la victoria de Enrique Peña Nieto, los priistas evaden su derrota en Puebla. Les recuerdo que en la entidad poblana ganó el candidato Andrés Manuel López Obrador. Y aunque el PRI ganó el Senado y algunos diputados, las presidenciales las perdieron.
Los priistas encargados de la operación electoral de Peña Nieto perdieron. A la lista súmele a Juan Carlos Lastiri, Alejandro Armenta, Javier López Zavala, Fernando Morales Martínez, Blanca Alcalá, Lucero Saldaña, José Chedraui Budib, Juan de Dios Bravo, por mencionar a algunos de los más importantes y otros tantos operadores electorales regionales.
O sea, como Peña Nieto ganó la presidencia, la derrota de Puebla pasó inadvertida, pero no está olvidada. La historia la registra.
4.- El entreguismo de los diputados locales hacia el morenovallismo. Ah, y también el temor que algunos pudieran tener tras su paso por la administración de Mario Marín para no terminar en la cárcel. Pero el caso es que la mayoría de los legisladores tricolores están entregados al gobernador y no sólo por una cuestión de dinero o amenazas, sino porque Rafael los ha cautivado. Lo ven como el héroe de la película, pa-pá.
En fin, para la historia, el de Puebla, es un PRI que no se cansa de perder.

El Verdugo
Si de milagro no lo metieron a la cárcel, ahora resulta que Mario Marín es operador político del PRI. Ja ja ja. El Verdugo dice: se reúne con puros chalanes. Gracias

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