Marcelo, candidato sin dinero

 Por: Carlos Macías Palma
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@cmaciaspalma

Nadie en su sano juicio político tiene duda de que Marcelo Ebrad Casaubon es o será un excelente candidato a la presidencia de la República. Es un tipo inteligente, sensato, maduro, experimentado y carismático además de tener una visión de Estado, de lo que México quiere y/o necesita.
El señor Ebrad trabaja para obtener la candidatura presidencial del Partido de la Revolución Democrática. En eso está empeñado y es posible que la obtenga porque el PRD carece de figuras carismáticas que puedan competir en una elección presidencial. Cierto que el jefe de Gobierno del DF Miguel Ángel Mancera también tiene boleto de participación, pero su actuación como gobernante deja mucho que desear.
Pues bien, Marcelo Ebrad tendrá que sortear los vaivenes de los perredistas y a los seguidores de López Obrador, lo cual no es problema. Lo que se ve más difícil de vencer, es la eventual coalición del PAN y PRD para una candidatura única con Rafael Moreno Valle como líder del proyecto presidencial.
Es decir, el adversario político a vencer por parte de Marcelo Ebrad no está en el PRD o en la izquierda mexicana, sino en Acción Nacional, Partido que ya tiene en Moreno Valle a su candidato presidencial. Y es el gobernador de Puebla el principal promotor de las alianzas, con la experiencia que es la única fórmula probada para vencer al PRI.
Ebrad entonces, deberá convencer a los perredistas de que no pueden aliarse con el PAN, porque los panistas llevarían ventaja con la candidatura y las mejores posiciones. Es decir, el PRD quedaría como un  Partido de segunda. También deberá convencerlos de que sólo él puede ganar una elección nacional.
Claro que Marcelo hoy carece de lo que otros tienen: dinero público.
Con el presupuesto del gobierno se construyen candidaturas; se reparten obras públicas para comprar poder; se ofrecen prebendas; se distribuyen contratos y beneficios y se junta más dinero para la campaña.
Político pobre, pobre político. Hoy Marcelo no tiene presupuesto público y como todo buen político: no pone un centavo de su bolsa.

El Verdugo

En la Universidad pública cometen el pecado de concentrar todos los contratos de algunas áreas en un solo proveedor. El Verdugo dice: aunque el lavado de dinero de la vuelta hasta Santiago de Chile, siempre deja huella.
Gracias