miércoles, 28 de agosto de 2013

Falsa democracia en la BUAP

Por: Carlos Macías Palma
cmaciaspalma@yahoo.com.mx
@cmaciaspalma


En las últimas dos décadas, por lo menos, la democracia en la BUAP para la elección de rector y otras autoridades, es tan falsa como las de Venezuela o Cuba. Son tan engañosas como la elección del líder del Congreso en el Estado o de algunos otros organismos dizque independientes.
La democracia en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla es una burla si es que se le quiere ver con seriedad. Las elecciones y la competencia interna es de caramelo, pues la decisión sobre quién debe ocupar la rectoría se toma, ni más ni menos que, en Casa Puebla.
Eso de querer hacerle ver a la sociedad de que tal o cual es el mejor candidato a rector gracias a su trayectoria, pulcritud, entrega, capacidad, liderazgo y otras bondades, es, insisto, más falso que un billete de 35 pesos.
Lo cierto es que los gobernadores en turno influyen en la designación del Rector y Alfonso Esparza Ortiz no escapa de ser víctima o beneficiario de las decisiones del gobernador y de otros actores del escenario nacional.
Recordemos que cuando José Doger como rector de la BUAP quiso inclinar la balanza para que su sucesor fuera Armando Valerdi López, la intervención del entonces gobernador Manuel Bartlett Díaz fue fundamental para que Enrique Doger Guerrero fuera el elegido del poder y por lo tanto ganador de la elección. Y es que Bartlett le advirtió a José que lo único que quería para la Universidad, era estabilidad. Y el único que garantizaba no hacer escándalo era Enrique, además de que bien ganado tuvo el consenso de la cúpula universitaria.
Años después, cuando Enrique Doger insistió en dejar como sucesor a Enrique Agüera Ibáñez, fue el entonces gobernador Melquiades Morales Flores que apoyó al proyecto Doger-Agüera. Y es que el entonces precandidato a gobernador Mario Marín Torres, se opuso terminantemente a que Agüera ocupara la oficina principal del edificio Carolino.
Marín se es inclinaba por Valerdi, además de que el enfrentamiento con Enrique Doger estaba consolidado. Entonces, fue Melquiades Morales quien, con su habilidad política, determinó que Agüera se quedara con el rectorado.
Ya en Casa Puebla, Rafael Moreno Valle decidió que Agüera permaneciera como Rector, después de recibir la oferta de dimisión. Ahí quédate, pero ahora es morenovallista.
Hoy Alfonso Esparza es beneficiario de la complicidad con su antecesor quien lo dejó en el interinato. Es beneficiario de los acuerdos entre Los Pinos-Bucareli-Casa Puebla y del perdón (por haber sido agüerista) del gobernador. Por ello, será rector de la BUAP.

El Verdugo

El 15 de febrero del 2004 Mario Marín y Enrique Doger se reunieron en la casa del constructor Maclovio Hernández. Tras ríspida discusión finalmente Marín aceptó a Agüera como sucesor de Doger. El Verdugo dice: claro que Melquiades apretó las tuercas, pues Marín apenas era precandidato a gobernador y Doger a alcalde.
Gracias.

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